Quizás...

Eran casi las doce pasadas y no había vuelto. ¿Se había ido, así, tan de repente? Tanto tiempo conviviendo juntos y ahora, ha desaparecido. No entiendo el porque, no entra en mi cabeza que razón podría ser.

- Han sido años, pero…no siento tristeza alguna. Quizás simplemente necesitaba abrirme ante la desesperación que sentía.

Había sido demasiado fácil. De haberlo sabido lo abría hecho antes. Solo necesitaba valentía, solo un poco. Esa desesperación me quemaba, me quemaba por dentro, ardiendo, haciendo que mi corazón se pudriera lentamente a consecuencia de conseguir mi pequeño placer personal, de mi egoísmo.

Si lo hubiera hecho antes, quizás ahora sería feliz. Quizás ahora estaría jugando con mi hija en el parque o quizás haciendo la comida. Hace años no habría podido imaginarme en esta situación, era imposible…Pero, esto, esto…Por su culpa, me fue arrebatado…

- Todo.

Y ahora, lloro. Esto es irritante, llorar por  todo lo sucedido hasta ahora. Ya esta. Ya lo he hecho. Ya se ha ido. Ahora mismo tendría que estar feliz. Pero no cabe la menor duda de que no lo estoy. Estoy completamente segura de que tampoco estoy triste. Entonces estas lágrimas… ¿Por qué? Quizás no he pensado en la palabra correcta. ¿La solución podría haber sido compasión? Quien sabe. Ahora ya nadie me puede contestar a esto. El ya no esta. Ya no me domina.

Me fui de la oficina donde había sucedido todo. Allí donde todo mi ser fue robado, y donde ha sido devuelto de nuevo. Lo busqué, lo encontré y se fue. Divertido, pero innecesario. Diez años perdidos, solo por un maldito sentimiento. Un sentimiento que me trajo desgracia, odio y dolor. Hoy mi corazón ha sido rejuvenecido, pero no curado. Quizás falten diez años más para volver a ser como antes.

 

“-Mama, mama. ¿Y papa?

 

- A papa se lo han llevado lejos, y no podrá volver.

 

- ¿Y no podré ir a verlo yo?”

 

Esas palabras, tan amables, pero tan dolorosas a la vez, me hicieron ver lo que ese día busqué, y durante diez años, no he saciado: Mi venganza.